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lunes, 6 de abril de 2020

015. WEIRD TALES. 2ª ETAPA. (1924-1940). v4 #4



Weird Tales [v4 #4, diciembre 1924] (25¢, 192pp+, pulp, cubierta de Andrew Brosnatch

9 · Death-Waters · Frank Belknap Long, Jr. · ss 



16 · The Earth Girl · Carroll K. Michener · ss 


28 · With Weapons of Stone · C. M. Eddy, Jr. · ss 



34 · The Death Clinic · Otto E. A. Schmidt · ss 

47 · Cave of Murdered Men · W. Benson Dooling · vi 

49 · Kaivalya · Mrs. Edgar Saltus · ss 


58 · A Tryst with Death · Edgar White · ss 

61 · The Valley of Teeheemen [Part 1 of 2; Teeheemen (Holton)] · Arthur Thatcher · na 


87 · Black Temple Band · Elwin J. Owens · ss 





106 · After · Dennis Francis Hannigan · vi 

108 · Creeping Mist · Thomas B. Sherman · ss 


116 · The Silent Five · Anthony D. Keogh · ss 




128 · Voodoo · Estil Critchie (Arthur J. Burks) · ss 


132 · The House of Dust [Part 2 of 2] · L. A. Borah · na 


156 · Youth · Howard R. Marsh · ss 

159 · Fairy Gossamer · Harry Harrison Kroll · ss 


163 · The Song Eternal · Galen C. Colin · ss 


170 · The Crimson Crucifix · H. Thompson Rich · ss




Habréis observado que por regla general, la ilustración de la portada se corresponde con el título de la obra mencionada en la misma. Desde la entrada anterior, el responsable de las mismas, así como de las ilustraciones interiores del magazine es Andrew Brosnatch (1896-1965). Poco se sabe de la vida de este ilustrador. Si se sabe que fue el autor de quince portadas para esta revista. Suya es la ilustración de la sección fija The Eyrie. (En una entrada posterior se amplia la vida y obra de este ilustrador). Hoy en día podemos ver esta ilustración en los estupendos recopilatorios de Weird Tales que se están publicando por los “La Hermandad del Enmascarado”. Dice Jacques Sadoul en La historia de la ciencia ficción moderna que fue Hugo Gernsback el principal impulsor del fandom. Cierto, pero ya en The Eyrie, con sus cartas, críticas y opiniones, se iban aglutinando los aficionados al género. Lo comprobaremos al final de esta entrada con las palabras de un autor que vivió el fenómeno en primera línea.

Arthur J. Burks

Un autor que apareció en el número anterior y también en este es Estil Critchie que es el seudónimo -con el que firmaría estos dos primeros relatos- de Arthur J. Burks (13 de septiembre de 1989 - 13 de mayo de 1974) fue un escritor y marine estadounidense. Burks nació en una familia de ganaderos en Waterville, Washington. Se casó con Blanche Fidelia Lane el 23 de marzo de 1918, en la ciudad de Sacramento, en California. Sirvió en el Cuerpo de Marines de los Estados Unidos en la Primera Guerra Mundial, y empezó a escribir en 1920. Después de haber sido destinado a la República Dominicana y de tomar inspiración de los rituales nativos de vudú, oyó hablar sobre los prisioneros haitianos en las cárceles militares. Entonces, Burks empezó a escribir historias supernaturales que vendió a la revista Weird Tales en 1924. A finales de 1927, abandonó el Cuerpo Marine y empezó a escribir a tiempo completo. Se convirtió en una de los hombres del "millón de palabras al día'' en las revistas pulp por el virtuosismo de su tremenda producción. Escribió cerca de 800 historias para las revistas pulp. Burks era conocido por crear historias sobre cualquier objeto cotidiano rápidamente, algo que tomaba como una apuesta. Su firma era común y corriente en las portadas de las revistas pulp. Escribío principalmente en los géneros de aviación, detectivesco, aventuras, ciencia ficción, deportes (principalmente boxeo), y extrañas amenazas (weird menace). Dos géneros en los que no podemos encontrarle son el en amor y el en western. Escribió varias historias para la prensa pulp, incluidos el "Chico Friel, historias de boxeo" en Gangsters Stories, una controvertida revista estadounidense, y las historias del detective infiltrado Dorus Noel para All Detective Magazine, ubicada en Chinatown, Manhattan. La presión por producir tanta ciencia ficción acabó por obligarlo a descansar a finales de 1930. Volvió a unirse al ejército de los Estados Unidos cuando su país se sumó a la Segunda Guerra Mundial y eventualmente se retiró con el rango de lugarteniente coronel. Burks se mudó a Paradise en el condado de Lancaster, Pensilvania, en 1949, donde continuó escribiendo hasta su muerte en 1974. Durante los años 60, escribió muchos trabajos sobre metafísica y lo paranormal. En sus últimos años, dio clases sobre actividades paranormales y e hizo lecturas de sus obras ante el público.

Aparece otro relato de Frank Belknap Long en este número. Este si está traducido. Long nos dice en la introducción a esta obra suya lo siguiente:

La venta de mi primera narración a Weird Tales tendría que haberme hecho sentir que había pasado un importante mojón en mi carrera de escritor. Pero por algún motivo no lo hizo, a pesar de lo que muchos escritores han dicho —y seguirán diciendo— sobre la importancia de cruzar el golfo que separa el trabajo no profesional de la primera aparición de uno en una revista verdadera, de amplia circulación. Siempre he sentido que solo importaba el relato y que si lo leía y les gustaba a cincuenta mil lectores en vez de trescientos… bueno, mejor aún. Pero no logré sentir una gran excitación al respecto. Me interesaba más el modo en que había sido ilustrado el relato y hasta qué punto había conseguido el artista representar a los personajes centrales o algún otro aspecto dramático destacado que tuviese una importancia suprema para mí. Ese primer cuento se llamaba «The Desert Lich» y la ilustración interior —representaba a dos jinetes con las vestiduras al viento montados a horcajadas sobre un camello, enfilando hacia una versión árabe de lo desconocido— le gustó tanto a Farnsworth Wright que la empleó una y otra vez (unas veinte apariciones en total) como apéndice de otros relatos de Weird Tales durante los próximos diez años.

«Aguas muertas» fue ilustrado de modo aún más gratificante, porque se trató de la tapa a todo color del número de diciembre de 1924. Era un excelente trabajo realista de Brosnatch, exactamente lo que yo había tenido en mente: ninguna obra maestra y ni remotamente comparable a algunas de las tapas posteriores de Finlay y Bok, pero me produjo un gran placer y no perdí un momento en llamar la atención de mis amigos hacia ella. (¡Wright me había enviado previamente un pequeño bosquejo en blanco y negro que yo mismo había coloreado!).

«Aguas muertas» comenzó como una especie de relato de aventuras de ambiente tropical. Yo no tenía la menor idea acerca de cómo se desarrollaría: solo sabía que tendría que incluir una vuelta de tuerca final bastante sobrenatural para hacerla elegible para Weird Tales: en esa época estaba influido por Kipling.

Ese relato, a diferencia de algunos de los que iba a escribir después para WT, no era lovecraftiano en su atmósfera para nada. Sencillamente coloqué a varios personajes interesantes en una pequeña embarcación centroamericana ante las costas de Honduras, incluyendo a un arqueólogo y por una especie de milagro la trama se hizo cargo de sí misma.

Cuando vendí mi primer relato a Weird Tales no había en Norteamérica ningún grupo de aficionados a la ciencia-ficción o la fantasía. La publicación de solo una revista dedicada al tipo de narración que iba a llevar más tarde a tantos jóvenes inclinados a reunirse e intercambiar puntos de vista —aunque fuese por correo— a una asociación más estrecha difícilmente podría haber conducido a la formación de tales grupos en 1924. Tampoco podría haber conducido a un interés tan difundido, por parte de escritores que producían ese tipo de narración solo de vez en cuando, como para que pudieran establecerse con rapidez vínculos de naturaleza similar entre ellos. Y eso se aplicaba también a los lectores de mayor edad, que no eran pocos pero que siempre habían tenido menos tendencia que los jóvenes a encontrarse e intercambiar puntos de vista, ya fuera localmente o por correo.

Y sin embargo, como lo ha señalado Edmond Hamilton, que apareció casi tan pronto como yo en las páginas de Weird Tales, la revista fue desde sus comienzos una especie de club.

No solo Lovecraft, sino también otros aseguraron que al menos una docena de los primeros colaboradores permanecieran en contacto estrecho o bastante estrecho, y en el curso de los años siguientes intercambié correspondencia considerable con colegas y colaboradores como August Derleth, Clark Ashton Smith, con quien había intercambiado cartas breves anteriormente, F. Hoffman Price y, en un período bastante posterior, con Henry Kuttner. Todo lo cual, desde luego, no es más que otro modo de decir que mi primera aparición en la revista fue el mayor acontecimiento en mi carrera.

De Los sabuesos de Tindalos. Frank Belknap Long. Editorial Adiax. Colección Fenix. 1981 (Ilustración del volumen en la entrega anterior)

Portada del libro Narraciones Terroríficas de Varios Autores. Editorial Molino (Argentina). Nº 3. 1939.

Por último, menciono a Arthur Tatcher que aparte de la obra que aparece aquí, dio a luz un par de ellas más pertenecientes al subgénero de tierras o razas perdidas. No existe nada de este autor traducido al castellano. Si están traducidos al castellano los relatos de C. Franklin Miller, Romeo Poole y Henry W. Whitehill. Estas obras se encuentran en los números 3 y 5 de la colección Narraciones Terroríficas de la editorial Molino (Argentina) del año 1939. Ver ilustraciones en el texto. La editorial Molino era española. En esos momentos está en Argentina a consecuencia de la Guerra Civil.


Portada del libro Narraciones Terroríficas de Varios Autores. Editorial Molino (Argentina). Nº 5. 1939.

lunes, 30 de marzo de 2020

013. WEIRD TALES. 1ª ETAPA. (1923-1924). v4 #2



Weird Tales [v4 #2, (mayo-junio-julio) 1924] (50¢, 192pp+, tamaño, cubierta de Mally). Número Aniversario 


1 · Why Weird Tales? · Anon. (by Otis Adelbert Kline) · ed 

3 · Imprisoned with the Pharaohs · Houdini (ghost written by H. P. Lovecraft) · nv 


13 · “Whoso Diggeth a Pit—” · Vida Tyler Adams · ss; given as by Vida Taylor Adams in the Table of Contents. 

16 · Deep Calleth · Gordon Burns · ss 

19 · The Malignant Entity · Otis Adelbert Kline · ss 


27 · The Sixth Tree · Edith Lichty Stewart · ss 

29 · The Haunted Mansion in the Pines · Leonard F. Schumann · ss 

32 · Spirits · J. M. Alvey · vi 

33 · Hypnos · H. P. Lovecraft · ss The National Amateur May/Jul 1923 


36 · Ebenezer’s Casket [Part 2 of 2] · J. U. Giesy & Junius B. Smith · nv 

41 · Draconda [Part 6 of 6] · John Martin Leahy · n. 

50 · The Hand · H. Francis Caskey · ss 


54 · The Loved Dead · C. M. Eddy, Jr. (with H. P. Lovecraft) · ss 

58 · The Vow on Halloween · Lyllian Huntley Harris · vi 

59 · Eyes · Galen C. Colin · vi 

61 · The Man Who Thought He Was Dead · Granville S. Hoss · ss 

65 · Called Back · Dan W. Totheron · ss 

69 · The Sunken Land · George W. Bayly · ss 

74 · The Dancing Partner · Guy L. Helms · ss 

76 · The Last Entry · Meredith Beyers · vi 



82 · The Imposter · Norman Springer · ss 

87 · Weird Crimes #6. The Werewolf of St. Bonnot · Seabury Quinn · ar 

91 · Just Bones · Samuel Stewart Mims · ss 


96 · First Degree · Robert Cosmo Harding · ss 

101 · The Latvian · Herman Fetzer · ss 

106 · The Machine from Outside · Don Howard · ss 

111 · Doctor Grant’s Experiment · H. A. Noureddin Addis · ss 

116 · Tea Leaves · Henry S. Whitehead · ss 

121 · An Egyptian Lotus · Mrs. Chetwood Smith · ss 


127 · Deep Sea Game · Arthur J. Messier · ss 

131 · The Soul Mark · H. C. Wire · ss 

135 · It! · E. M. Samson · ss 

139 · The Man Who Lived Next Door to Himself · Frank Owen · ss 

143 · Mystery River · Elwin J. Owens · ss 

145 · The God Yuano · Marjorie Darter · vi 

147 · The Cellar · Paul L. Anderson · ss 


152 · In the Weird Light · Edward Everett & Ralph Howard Wright · nv 


164 · A Glimpse Beyond · H. M. Hamilton · ss


El número de Weird Tales que aparece en el mes de mayo es un auténtico canto de cisne de esta primera etapa dirigida por Edwin Baird. En primer lugar está catalogado como correspondiente a los meses de mayo, junio y julio, también es un número doble tanto de precio como de páginas y por último la presentación de portada como dos de los relatos que contiene en su interior son muy interesantes, con polémica incluida. Pero vamos por partes.

La portada de este número representa una ilustración de la milenaria esfinge de Gizeh o Giza, como queráis decirlo, con las pirámides de fondo. Evidentemente representa al relato que se atribuye a Houdini (H. P. Lovecraft) y que también se encuentra traducido al castellano. Por cierto, de este relato existe una anécdota que no me resisto a contarla. Lovecraft iba de viaje A Nueva York para casarse con Sonia. Cuando se bajó del tren se dio cuenta que había perdido el relato referido. Lovecraft tuve que reescribirlo totalmente durante gran parte de su boda.

A continuación expongo un resumen del relato. Es bastante conocido y como he dicho arriba, traducido a nuestro idioma.

Encerrado con los faraones cuenta una supuesta aventura del famoso Houdini en las pirámides de Egipto. Contada en la primera persona por el propio escapista, el protagonista afirma encontrase en unas vacaciones en Egipto, durante enero de 1910. Contrata los servicios de un guía llamado Abdul Reis el Drogman. Durante la ruta, Abdul Reis se enzarza en una pelea con un jefe de beduinos, llamado Alí Ziz. Es el propio Harry Houdini quien los separa, acción que parece molestar a ambos contendientes. Para zanjar la disputa se establece un duelo, en el que ambos pueden llevar sus padrinos. El lugar del duelo es en la Gran Pirámide de Giza. Harry Houdini no tarda en descubrir que todo ha sido una estratagema para atraerle durante la noche y secuestrarle. El escapista es atado, llevado a un lugar desconocido y lanzado a un pozo.

Después de soñar con horrores extraordinarios, Houdini se despierta en el fondo de un pozo, y logra librarse de las cuerdas que le atan. Sospechando que se encuentra en algún templo bajo la Gran Esfinge de Giza, camina por la oscuridad intentando encontrar la salida, siguiendo lo que espera que sea un camino al exterior. En lugar de eso, descubre que en realidad ha estado adentrándose aún más, llegando a una gran cueva en la que se está produciendo una gran ceremonia. Allí es testigo de un ejército de momias mitad hombres, mitad animales, dirigidos por el antiguo faraón Kefrén y su reina Nitocris. Realizan ofrendas a un ser de cinco cabezas con tentáculos. A medida que huye descubre que esta criatura es una parte de un ser mayor.

Harry Houdini rechaza los hechos como alucinaciones, o un sueño causado por las tensiones del secuestro que ha sufrido.
Portada de un cómic basado en la obra de H. P. Lovecraft y C. M. Eddy, Jr. Los amados muertos.

El segundo relato que vamos a comentar es el firmado en colaboración entre Lovecraft y Eddy, titulado Los amados muertos en castellano. Este relato fue el causante de una gran polémica y que posiblemente hiciera el efecto e llamada de atención por la revista. El caso es que se acusó a los autores de necrófilos y de que daban un mal ejemplo a la juventud con estos cuentos macabros. Incluso llegó a prohibirse.

Esta historia comienza presentando al personaje principal, cuyo nombre no es revelado en la historia, cuya suerte aparentemente es la de estar condenado al encierro por su afición hacia lo muerto, según él mismo dice. Luego comienza a contar la historia de su vida y el porqué de la situación en que se encuentra, donde se da a conocer como era de niño, adolescente y luego adulto. En todas estas etapas se observa una persona fría, sin intereses comunes al resto de los demás pues en su niñez no le interesaba jugar con los otros niños, ni hacer amigos en este y posteriores cursos de su vida por lo que empieza a poseer tendencias hacia el aislamiento desde temprana edad. Su vida infantil según dice, se desarrolló en Fenham y fue marcada por trágicos sucesos, la muerte de su abuelo, madre y padre respectivamente todos estos a edad temprana y es con estos hechos que comienza su verdadera afición hacia la muerte, llegando a sentir un amor óptimo hacia los muertos y todo lo relacionado con la muerte ya fuese olor, cementerios, paisajes macabros entre otras cosas, desarrollando una avanzada necrofilia.

Esto lo lleva a trabajar como empleado de una compañía de pompas fúnebres situada en Bayboro, un pueblo ubicado a 50 km de Fenham. En Bayboro comete disímiles asesinatos que le provocaban cierto placer, después se ve obligado a irse cuando el jefe de la compañía lo descubre durmiendo con un cadáver completamente desnudo, después de esto participa en la primera guerra mundial, y luego vuelve a donde había trabajado antes ya que el jefe de la compañía había muerto.

En este punto comienza a matar de nuevo, pero se vuelve más descuidado por lo que es descubierto y se ve obligado a huir pero en su fuga estrangula a una familia, lo que da la prueba definitiva, sus huellas dactilares en el cuello de sus más recientes víctimas, después de tanto correr por un pantano cerca de su comunidad natal, pasando hambre, sed y con su aprensión cerca decide unirse con los muertos que tanto ama, por lo que se suicida cortándose las venas con su cuchilla de afeitar.

Pero todavía no acaba aquí a colaboración de Lovecraft, pues aparece un tercer relato, este sí, firmado únicamente por él y que se titula Hypnos. Como no quiero machacaros otro relato de este gran autor, solo diré que en él se cuenta, narrado en primera persona, como un escultor tiene un singular encuentro con un misterioso personaje cuyos ojos encierran todos los secretos que buscaba.

Hay otro relato interesante que se debe a la pluma de Otis Adelbert Kline, pero del que hablaré en otra ocasión, cuando se reedite dos años más tarde.

Para acabar hacer mención solamente del relato de Whitehead. Como vimos en la entrega anterior este autor también colaboraría con Lovecraft, además era un auténtico experto en vudú y santería afroamericana. La editorial Valdemar recoge sus más relevantes relatos en un libro titulado Jumbee y otros relatos de terror y vudú.
Portada del libro Jumbee  y otros relatos de terror y vudú de Henry S. Whitehead. Editorial Valdemar Colección Gótica. Nº 41. 2001.

Aquí acaba esta corta entrada y también la primera etapa de vida de Weird Tales que pasaría a los anales de la historia con más pena que gloría. Desde aquí os emplazo al mes de noviembre de este mismo año, donde ahora sí, va a comenzar la etapa más gloriosa  de The Unique Magazine.

martes, 24 de marzo de 2020

012. WEIRD TALES. 1ª ETAPA. (1923-1924). v3 #4



Weird Tales [v3 #4, abril 1924] (25¢, 96pp+, tamaño, cubierta de Mally) 

3 · The Hoax of the Spirit Lover · Houdini · ar 


6 · Ebenezer’s Casket [Part 1 of 2] · J. U. Giesy & Junius B. Smith · nv 

15 · White Ape · H. P. Lovecraft · ss The Wolverine Mar 1921 (+1), as “Facts Concerning the Late Arthur Jermyn and His Family” 


19 · Down Through the Ages · Rex Hall · ss 

23 · The Great Adventure · Bryan Irvine · ss 


30 · Tragedy Island · J. M. Alvey · ss 


33 · The Brown Mouse · Edward Parrish Ware · ss 

35 · Exhibit “A” · Anne Harris Hadley · ss 

38 · The Transparent Ghost [Part 3 of 3] · Isa-Belle Manzer · ss 

39 · The Devil Bird · Hal Halbert · ss 


43 · Coils of Darkness [Part 3 of 3] · Sybla Ramus · na 

52 · The Spirit Fakers of Hermannstadt [Part 2 of 2] · Houdini · nv 


57 · Draconda [Part 5 of 6] · John Martin Leahy · n. 

68 · Sport for Ladies · Stanley G. Thompson · ss 

70 · The Man Who Dared to Know · Junius B. Smith · ss 

72 · The Ghost-Eater · C. M. Eddy, Jr. (with H. P. Lovecraft) · ss 


76 · The Thing · Frank Marion Palmer · ss 

78 · Nemesis · H. P. Lovecraft · pm The Vagrant Jun 1918 

79 · Shadows · Frank Owen · vi 

80 · Weird Crimes #5. Mary Blandy · Seabury Quinn · ar

En este penúltimo número de esta primera etapa de Weird Tales podemos encontrar: a) otra aventura firmada por Houdini y que como ya sabemos su verdadera autoría se debe a Walter B. Gibson; b) otro caso de Semi Dual el detective de lo oculto creado por Giesy y Smith y que también conocemos; c) una obra en colaboración con C. M. Eddy, Jr. de H. P. Lovecraft, un poema también de Lovecraft y por último un relato  en solitario del visionario de Providence. Aquí solo vamos a tratar el relato en colaboración y el relato en solitario.

En The Ghost Eater (El zampaespectros) escrito en colaboración con Eddy se nos habla de un viajero que atraviesa un pasaje oscuro y misterioso. El caminante encontrará en una cabaña en medio del bosque, un enigmático personaje implicado en unos sucesos terribles del pasado.

Pero lo mas relevante del número es el relato de Lovecraft. The White Ape (El mono blanco), también conocido como “Facts Concerning the Late Arthur Jermyn and His Family” (Hechos concernientes al difunto Arthur Jermyn y su familia).

Sir Arthur Jermyn, tras empaparse en gasolina, corre a un páramo cercano a Jermyn House y se prende fuego. Arthur era tataranieto de Sir Wade Jermyn, un explorador del Congo cuya obsesión por una supuesta civilización prehistórica de individuos blancos acabó por llevarlo al manicomio en 1765. Se había casado, según él, con la hija de un traficante portugués, si bien el tiempo que ésta residió en Jermyn House lo hizo recluida, sin ser vista por nadie, muriendo finalmente en África, pues siempre acompañaba a su marido en sus expediciones. Con ella tuvo un hijo, llamado Philip Jermyn, un ser estúpido y violento. Casado con la hija de su guardabosque, tras tener un hijo con ella, se enroló como marinero en un mercante de la ruta africana, desapareciendo definitivamente una noche frente a las costas del Congo. Su hijo fue Robert Jermyn que se convierte en un reputado antropólogo, pese a ser algo deforme. Casado con la hija del séptimo vizconde de Brightholme, tiene tres hijos, dos de ellos con acentuadas deformidades físicas y mentales. Obsesionado con las investigaciones congoleñas de Sir Wade, recibe la visita el 19 de octubre de 1852 del explorador Samuel Seaton, que le habla de una ciudad de monos blancos regida por un dios blanco. Algo de lo que relata Samuel a Robert en privado hace que enloquezca y estrangule al explorador, mate a sus tres hijos y tras un frustrado suicidio acabe muriendo dos años después en la cárcel. Nevil Jermyn, el hijo más normal del parricida, había sido, sin embargo, un ser repulsivo que se había escapado en 1849 con una bailarina, regresando un año después a la casa paterna con un hijo, que gracias a su padre, había escapado de la matanza de Robert. Este hijo, llamado Alfred Jermyn, pasados los años, abandona mujer e hijos y se une a un cabaret ambulante, siendo atacado y muerto por un gorila del espectáculo.  Arthur Jermyn era hijo de Alfred y de una cantante del cabaret, la cual se trasladó con su hijo a Jermyn House. Arthur era un ser con apariencia simiesca, pero culto y talentoso. En 1911, tras morir su madre, marchó al Congo para proseguir las investigaciones sobre las criaturas blancas. Por un anciano de la tribu de los kaliris, conoce que éstas han sido exterminadas por los belicosos n’bangus y la ciudad que habitaban destruida para robarles la diosa momificada que adoraban. Según la leyenda, la princesa mono se había casado con un dios blanco llegado del oeste, con quien había tenido un hijo. Los tres se marcharon, regresando luego sólo el dios y la princesa. Muerta ésta, el dios la había momificado y encerrado en una mansión de piedra; luego había vuelto a irse. La momia se convirtió en un signo de supremacía, por lo que todas las tribus rivales deseaban poseerla. Finalmente, en 1912, Arthur encuentra la ciudad: apenas unas ruinas. Antes de su regreso a Jermyn House, un tratante belga le dice que cree haber localizado a la diosa embalsamada. Con la esperanza de que éste se la envíe cuando la consiga, marcha a Inglaterra. El 3 de agosto de 1913 recibe al fin una caja con la diosa embalsamada en su interior. Dentro encuentra lo que le conducirá a su llameante suicidio: la diosa momificada, nauseabunda, marchita y carcomida, pero aun claramente un mono blanco, embalsamado y de alguna especie desconocida, menos peluda e infinitamente más cercana a los humanos que cualquier variedad descrita…, de hecho, bastante escalofriante porta en su cuello un guardapelo dorado cuyas armas son las de los Jermyn; además, guarda un estremecedor parecido con el propio Arthur, que comprende horrorizado que aquella simia blanca momificada había sido la esposa de sir Wade y, por lo tanto, su… tatarabuela.
Portada del libro Más allá de los eones y otras historias en colaboración de H. P. Lovecraft. Editorial Valdemar. Colección Gótica. Nº 91. 2013.

Y ya, como dije en la anterior entrega, pasamos a describir las colaboraciones de H. P. Lovecraft con otros autores. Quiero recomendar para los muy interesados en este tema el libro de la Editorial Valdemar y del que reproduzco su portada. Aquí están recogidas casi todas las colaboraciones que estaban dispersas en varias ediciones anteriores. Ver aquí.

Debido a la penuria económica en la que transcurrieron los días terrenales de H.P. Lovecraft, el «outsider de Providence» se vio a menudo obligado a completar los magros ingresos obtenidos por sus relatos, publicados en su mayoría en revistas populares, con otro tipo de tareas algo menos gratificantes, como el asesoramiento y revisión de relatos enviados por otros autores, favores que iban desde una sucinta revisión de estilo hasta la reescritura completa de la historia con cambios sustanciales en su argumento. En 1989 apareció en Estados Unidos, publicado por Arkham House, el volumen con las colaboraciones definitivas del Maestro de Providence: «The Horror in the Museum and Other Revisions», cuya edición corrió a cargo del estudioso y experto en H.P. Lovecraft, S.T. Joshi. Estos relatos, cuya autoría comparte Lovecraft con otros escritores, fueron en su mayoría íntegramente escritos por él sobre un argumento, a menudo reconstruido, ideado por otro autor. Así, en los dos cuentos en colaboración con Winifred Virginia Jackson, «La Pradera Verde» y «El caos reptante», Jackson no aportó ni una sola palabra; en el caso de las dos historias corregidas por encargo de Adolphe de Castro, «La última prueba» y «El verdugo eléctrico», Lovecraft reescribió por completo ambos relatos, conservando apenas el hilo argumental primitivo; los tres manuscritos revisados para Zelia Bishop, «La maldición de Yig», «El montículo» y «La cabellera de Medusa», están escritos en su totalidad por HPL, según lo anotado por este en sus cartas, y tan solo conservan una pequeña parte del argumento o idea original. Finalmente, Lovecraft escribió casi por completo los cinco relatos de Hazel Heald, y en cuanto a «El diario de Alonzo Typer», de William Lumley, aparte del núcleo central de la historia, el cuento es casi en su totalidad obra de Lovecraft.

Contracubierta de “Más allá de los eones y otras historias en colaboración”. Editorial Valdemar. Colección Gótica. Nº 91. 2013

No voy a tratar aquí las colaboraciones con Sonia Greene, Harry Houdini y C. M. Eddy que ya conocemos o conoceremos próximamente.
Winifred V. Jackson

Winifred V. Jackson colaboró con Howard Phillips Lovecraft en los cuentos, La pradera verde (1918) y El caos reptante (1920), bajo el nombre de Elizabeth Berkeley. Los detalles sobre su vida son escasos, pero se especula que ella y Lovecraft tuvieron una relación sentimental durante el período de sus colaboraciones. Lovecraft felicitó personalmente su trabajo y alabó su talento en su ensayo, Winifred Virginia Jackson: Una poetisa diferente.
Adolphe De Castro

Adolphe De Castro, también conocido como Gustav Adolf Danziger, Adolph Danziger, Adolphe Danziger y Adolphe De Castro, fue un erudito judío, periodista, abogado y autor de poemas, novelas y cuentos. Con Lovecraft firmaría los cuentos La última prueba (1928), y el verdugo eléctrico (1930).
Zealia Bishop

Zealia Bishop Brown Reed fue una escritora estadounidense de historias cortas. Su nombre se deletrea a veces 'Zelia'. Aunque escribió sobre todo ficción romántica, es recordada por tres historias cortas que escribió en colaboración con Lovecraft. Estas son: La maldición de Yig (1928), El montículo (1929-30) y La cabellera de Medusa (1930).
Hazel Heald

Hazel Heald, fue una escritora de horror y ficción estadounidense de Somerville, Massachusetts. Se la recuerda porque Lovecraft revisó cinco de sus historias: El hombre de piedra (1932), Horror en el museo (1933), Muerte alada (1934), Más allá de los eones (1935) y Horror en el cementerio (1937). Existe muy poca información biográfica sobre Hazel Heald. Está documentado que ella y Lovecraft comenzaron a mantener correspondencia en 1932, siendo posible que se reunieran alguna vez en persona. C. M. Eddy declaró en una ocasión que creía que Heald albergaba sentimientos románticos por Lovecraft, sentimientos que no habrían sido correspondidos. Según S.T. Joshi, Heald apenas habría puesto unas líneas en sus relatos, con lo que habrían sido casi íntegramente escritos por Lovecraft. Esto pondría en duda las dotes de Hazel Heald como escritora.
Robert H. Barlow

Robert H. Barlow fue un escritor estadounidense, poeta vanguardista, antropólogo e historiador de principios de México, y el experto en la lengua náhuatl. Fue corresponsal y amigo del escritor de terror HP Lovecraft y fue designado por Lovecraft el ejecutor de su legado literario. Con este autor colaboró en «Hasta que todos los mares» (1935) y En el océano de la noche (1936).
Wilfred Blanch Talman

Wilfred Blanch Talman es un escritor de terror estadounidense mejor conocido por su colaboración con Howard Phillips Lovecraft en el relato corto, Dos botellas negras (1926). Fue corresponsal de Lovecraft y miembro tardío de la Kalem Club.

William Lumley era un asociado en la última etapa vital de Howard Phillips Lovecraft y para quien escribió El diario de Alonzo Typer (1935). Al igual que muchos de los colaboradores de Lovecraft, poco se sabe de su vida. Según se informa, había estado en Buffalo, Nueva York, pero no está claro si este era su lugar de nacimiento.  Si bien ha habido confusión con su nombre, no hay relación entre William Lumley y Brian Lumley, otro escritor de terror y colaborador de los Mitos.
Henry S. Whitehead

Henry S. Whitehead no fue un miembro activo del Círculo de Lovecraft, pero se consideraba amigo del autor de Providence y de varios miembros del grupo. La trampa (1931) fue su única colaboración con Lovecraft.
 Duane W. Rimel

Duane W. Rimel Nacido en Asotin, Washington, vivió con su familia hasta 1938, año en que se trasladó a vivir a Clarkston. Con apenas 19 años, en 1934, comenzó a interesarse por la literatura de terror y fantasía, y tras conocer a Howard Phillips Lovecraft, mantuvo una amistad por correspondencia, y gracias a sus consejos y su ayuda, escribió sus primeros relatos. Tras la muerte de Lovecraft en 1937, continuó publicando relatos en revistas como Weird Tales y entre 1945 y 1962 publicó varias novelas policiacas. Con Lovecraft colaboró en El Árbol en la Colina (1934), Las Brujerías de Aphlar (1934) y La Exhumación (1935).

Los extractos anteriores están entresacados de las siguientes páginas: Yog-Shotería, Hijos de Cthulhu,  HP Lovecraft Fandom,  El Espejo Gótico, etc…

He dejado para último lugar una colaboración con Kenneth J. Sterling llamada En los muros de Eryx y que apareció en Weird Tales 1939, ya muerto Lovecraft. Este relato (una pasada por cierto) ilustra muy bien el buen maridaje que realizan el terror y la ciencia ficción en algunas ocasiones. Como no quiero destrozarlo, solo diré que un explorador encuentra unas extrañas construcciones en un conocido planeta. Cuando decide investigarlas no se da cuenta de que ha iniciado el camino hacia su perdición. Sencillamente genial.

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