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lunes, 24 de agosto de 2020

LA PENÚLTIMA VERDAD

 

Voy a concluir, por ahora, esta serie de reseñas veraniegas con una obra y un autor que marcaron mi despertar al maravilloso mundo de la ciencia ficción. Sin más preámbulos paso a meterme en faena.

La penúltima verdad (The Penultimate Truth, 1964). Philip K. Dick. Editorial Martínez Roca. Colección Super Ficción. N.º 2. 1976.

Cubierta de David Pelham. Traducción de Antonio Ribera.

Texto de la contraportada.

Año 2025 d.C. La población mundial vive bajo tierra en pequeñas factorías llamadas “Tanques”, fabricando complicados robots-soldados para la III Guerra Mundial. La información sobre el esfuerzo bélico proviene del pequeño grupo de valientes políticos que, con riego de sus vidas, permanecen en la superficie altamente radioactiva y plagada de peligrosas bacterias.

Lo que los valientes políticos cuidan de no mencionar es que la guerra terminó diez años atrás. Y los robots les sirven de criados en sus magníficas de miles de hectáreas.

PHILIP K. DICK (Premio Hugo 163) presenta en esta obra los temas de la guerra psicológica y la manipulación de las noticias, capaces de crear mundos paralelos.

Quiero empezar el artículo con esta crítica que hice en su día de esta obra. También hoy en día sigue siendo de vigente actualidad, quizás incluso más todavía. La Gran Mentira no acaba nunca.

A mediados de la década de los años setenta, me encontraba realizando el servicio militar en la bonita ciudad gallega de Vigo. Un día fui a El Corte Inglés y en el estante de novedades de la sección de libros vi ocho libros de ciencia-ficción. Las portadas de dichos volúmenes eran de un color negro y presentaban unos dibujos hechos de trazos simples y con unos colores fuertes. Uno de estos libros, concretamente el número dos, era La penúltima verdad del escritor Philip K. Dick. Hasta ahora yo había leído poca cosa de ciencia-ficción, solamente algo del buen doctor. Cuando leí La penúltima verdad, comprendí que la ciencia-ficción no se limitaba a viajes espaciales y batallitas galácticas. Se podía emplear para describir aspectos sociales y políticos de los grupos humanos. Después de esta obra ya no fue lo mismo, vi a Dick como un autor que con el correr del tiempo sería uno de mis favoritos. Esto me lo confirmó las siguientes obras que leí de él, Ubik y Los tres estigmas de Palmer Eldritch, siempre en la misma colección.

La penúltima verdad, y atención con lo que voy a decir, pues dicha afirmación es totalmente subjetiva y se podrá no estar de acuerdo con ella, es la mejor obra de Philip K. Dick y una de las mejores de la ciencia-ficción. La principal base de esta afirmación, es el componente sentimental que representa para mí la novela, pero también hay otros aspectos que me reafirman en dicha aseveración. La historia del libro es la historia de una gran mentira, una monstruosa mentira urdida por los poderes políticos que rigen los destinos de la Tierra (¿a qué me recuerda esto?). Nicholas Saint-James es el presidente electo de un grupo que vive en tanques bajo tierra, fabricando robots para enviarlos a la guerra que se desarrolla en la superficie del planeta. Corre el año 2025, y lo que no saben los obreros que viven bajo tierra, es que la guerra terminó hace trece años y la Tierra ahora es un inmenso jardín en donde viven los poderosos en sus grandes fincas y rodeados de su séquito de robots.

Los personajes que componen la trama de la novela son quizás los más logrados de la obra de Dick. Stanton Brose, el dirigente máximo de la Tierra es un ser repugnante y maquiavélico que tiene el cuerpo lleno de artifog que son componentes artificiales que suplen las funciones biológicas; Joseph Adams, uno de los políticos que viven en la superficie, que se debate entre un mar de dudas y acosado siempre por el sentimiento de culpabilidad de lo que le están haciendo a la humanidad; Luis Runcible, un constructor que realiza bloques de apartamentos para los humanos que van descubriendo la verdad y salen de sus subterráneo y David Lantano, un misterioso personaje que cambia de aspecto periódicamente y sobre el que recaerá gran parte del peso de la trama. Existen más personajes memorables que de una u otra forma componen una intriga absorbente y electrizante.

En La penúltima verdad, encontramos algunas constantes de la obra de Dick: el personaje mesiánico que va a traer la salvación a la humanidad (ej: Palmer Eldritch, en Los tres estigmas de Palmer Eldritch) es, por supuesto David Lantano. Webster Foote, dirigente de la agencia policial y que tiene facultades premonitorias (ej.: el dirigente de la compañía de la novela Ubik), etc...

La penúltima verdad es una novela cruda y desgarrada y para mí, una de las más sinceras de su autor. Al contrario de otras obras de Dick, aquí no encontraremos realidades alternativas, ni universos paralelos o drogas que alteren la conciencia. Encontraremos la realidad pura y dura: una gran mentira urdida por los poderosos en su provecho y que condena a la mayor parte de la humanidad a llevar una existencia precaria y en condiciones infrahumanas. La novela es de vigente actualidad por la sensible temática que toca (recordemos la guerra de Irak).

Para el que no conozca la obra de Dick, creo que esta es la mejor novela para empezar a descubrirlo, una novela escrita con un lenguaje directo y desgarrado y en donde el visionario de Berkeley plasmará de forma magistral una de sus sempiternas obsesiones: la manipulación de la verdad en provecho de unos pocos.

José Enrique León Alcalde. 1 de febrero de 2004. El Sitio de Ciencia Ficción.

La penúltima verdad anticipa el uso de la televisión como medio de manipulación de masas. Dick pone de nuevo su salvaje imaginación al servicio de la denuncia de los abusos del poder y del cuestionamiento de la naturaleza de la realidad. En esta suerte de reescritura del mito de la caverna, a su vez, desenmascara la esencia del capitalismo, que necesita del sometimiento para subsistir.

Lo anterior (verdades como puños) es la reseña que aparece en esta reedición de esta obra que es de este mismo año. A esta última verdad, parafraseando el título de la obra, yo añadiría, las tan pólemicas redes sociales como prolongación de la televisión, y en última instancia ¿Qué y cuál es la verdad? Dick sabía mucho de eso.

A continuación, nos vamos a sumergir de lleno en la génesis de esta estupenda obra. ¡ATENCIÓN MUCHOS SPOILERS!

La penúltima verdad es una novela de ciencia ficción de 1964 del escritor estadounidense Philip K. Dick. La historia está ambientada en un futuro donde la mayor parte de la humanidad se mantiene en grandes refugios subterráneos. Se le dice a la gente que la III Guerra Mundial se está librando por encima de ellos, cuando en realidad la guerra terminó hace años. La novela está basada en el cuento de Dick de 1953 "Los defensores". Dick también se basó en otros dos de sus cuentos para la trama de la novela: "El patrón de Yancy" y "La M imposible".

La III Guerra Mundial comienza a principios del siglo XXI. Se combate entre las dos superpotencias, West-Dem y Pac-Peop. Los combates son extensos y severos, la mayoría de ellos realizados por "plomos", robots construidos para soportar las circunstancias más extremas. La Tierra se convierte en un campo de batalla. Incapaces de existir en la atmósfera creada por la guerra de robots, grandes "tanques hormigueros" se construyen bajo tierra para salvar a la población humana en disminución.

El gobierno y el motor de guerra permanecen en la superficie; la élite son los hombres de Yancy. Su presidente, Talbot Yancy, ofrece discursos inspiradores a los habitantes subterráneos, motivándolos a aumentar su producción de plomos y ganar la guerra. La guerra termina con el tiempo. Sin embargo, los hombres de Yancy diseñan una conspiración para mantener la riqueza de la Tierra para sí mismos. Yancy sigue describiendo la devastación en los discursos televisados. Los subterráneos siguen produciendo plomos.

Talbot Yancy es en realidad un simulacro generado por computadora. Los hombres de Yancy lo programan desde la "Agencia" en Nueva York. Viven en inmensas villas en parques privados, llamados "dominios". Los plomos son utilizados por los hombres de Yancy como sirvientes personales y para mantener sus propiedades. La Agencia está dirigida por el hombre de Yancy más vicioso y codicioso, Stanton Brose, que es mantenido vivo por órganos artificiales de antes de la guerra que acapara.

La historia comienza en uno de los tanques, llamado Tom Mix (llamado así por el actor Tom Mix). El presidente del tanque, Nicholas St. James, se ve obligado a ir a la superficie para comprar un páncreas artificial en el mercado negro. Surge en la propiedad de David Lantano (un hombre de Yancy). Cuando algunos de los líderes de Lantano intentan matar a St. James, son destruidos por un hombre misterioso que se parece a Talbot Yancy. St. James vaga por ahí, a través de las ruinas de una guerra, y finalmente termina en la mansión de Lantano.

Simultáneamente, Brose pone a Joseph Adams (otro hombre de Yancy) en una misión especial. Debe plantar evidencia de artefactos alienígenas en tierras pertenecientes a un agente inmobiliario (Louis Runcible) para que la tierra pueda ser legítimamente confiscada. Los artefactos se entierran con un dispositivo de viaje en el tiempo, para darle autenticidad. Uno a uno, las personas adscritas a este proyecto son asesinadas. Adams se retira con miedo a la mansión de Lantano.

Otra persona que aparece en la mansión es Webster Foote, el propietario y operador de una corporación privada de detectives. Foote acepta el trabajo por el caso de todos (incluyendo Brose, Lantano y Runcible) pero desea salvar a Runcible de la trama en su contra.

Lantano luego revela a Foote, Adams y St. James, que él es un Cherokee del pasado lejano, que de alguna manera se le da vida extendida por el dispositivo de viaje en el tiempo que colocó los artefactos. Ha vivido la historia, tomando muchas posiciones de nota bajo diferentes nombres, y ahora ha matado a los miembros de este proyecto especial. Lantano, Foote y Adams juntos ahora planean matar a Brose y liberar a la gente bajo tierra.

Sin embargo, Adams se da cuenta de que Lantano estaba detrás de las muertes como parte de su plan para derribar a Brose. En la desesperación y el miedo, se une a St. James, que descubrió un alijo de órganos artificiales, y huye hacia el tanque de Tom Mix con él. Descubren que Lantano finalmente tuvo éxito, pero contemplan que la mayor mentira está por venir.

Este texto esta traducido de la Wikipedia. En esa misma página existe un link a la galería de portadas de esta obra y otras de Philip K. Dick.

https://www.pkdickbooks.com/SFnovels/Penultimate_truth.php

Sin embargo, La penúltima verdad, como hemos mencionado más arriba, no es una obra enteramente nueva de su autor. Se puede rastrear la evolución de la misma a través de las revistas pulp de una década anterior.

La penúltima verdad es una reescritura de la obra The Defenders (Los defensores) que fue publicada por primera vez en la edición de enero de 1953 de Galaxy Science Fiction. La primera traducción que existe al castellano de esta obra es en la mítica revista argentina “Más Allá” y precisamente en su primer número editado en junio de ese mismo año. En España tuvimos que esperar hasta 1982 en donde aparecería en el número 145 de la no menos mítica revista “Nueva Dimensión”, en la última etapa de su vida editorial. El número referido estaba dedicado íntegramente a este autor.

En 1956, la historia fue adaptada para el programa de radio X Minus One por George Lefferts.

Hace ocho años comenzó una guerra nuclear entre los Estados Unidos y la Unión Soviética. Los supervivientes estadounidenses son evacuados a gigantescos búnkeres a kilómetros bajo tierra. Sofisticados robots inmunes a la radiactividad llamados "plomos" continúan luchando en la guerra en la superficie devastada que es demasiado peligrosa para los seres humanos. Los soviéticos han evacuado igualmente bajo tierra, y cada lado construye poderosas armas y vehículos para la guerra a control remoto que sólo ven de la película que los robots entregan.

El departamento de seguridad le pide a Taylor, un planificador de guerra estadounidense, que observe el interrogatorio de un líder sobre el progreso de la guerra. Aunque el robot informa que la radioactividad letal y las nuevas y sofisticadas armas soviéticas siguen haciendo que la superficie sea peligrosa para los humanos, los observadores encuentran que el plomo no es radiactivo. Taylor se entera de que este es el segundo robot de este tipo que el departamento de seguridad ha encontrado; lo asigna a una expedición, usando trajes de plomo, para investigar la verdad sobre las condiciones de la superficie.

El grupo de Taylor sorprende a los plomos en la superficie y exige ver el exterior. Aunque los robots intentan retrasar a los humanos el mayor tiempo posible, el grupo descubre fuera del búnker un valle intacto con bosques, animales y una granja. Los plomos revelan que la guerra terminó tan pronto como los humanos fueron evacuados porque los robots no pudieron ver un propósito racional para ella. Analizando la historia, encontraron que grupos de humanos luchaban entre sí hasta que maduraron para superar el conflicto. La humanidad está casi lista para una sola cultura, siendo la división mundial actual en los bandos estadounidense y soviético el último paso. Los plomos crean fotografías falsificadas del planeta devastado para engañar a los humanos, mientras destruyen las armas que recibieron y reconstruyen el mundo para el regreso de sus creadores.

Los estadounidenses creen que debido a que los soviéticos no saben que también fueron engañados, los Estados Unidos pueden ganar rápidamente la guerra. Los robots revelan, sin embargo, que durante su explicación sellaron todos los tubos bajo tierra. Aunque esto impide que la expedición se vaya, los plomos esperan que para cuando sus compatriotas caven nuevos túneles, la humanidad estará lista para la verdad. Los robots invitan a Taylor y a los demás a unirse a un grupo de soviéticos que quedaron igualmente varados después de visitar la superficie.

Existen otros dos relatos de Dick que se pueden encuadrar en el mundo particular de La penúltima verdad.

The Mold of Yancy (El patrón de Yancy) es un relato de ciencia ficción publicado en 1955. Aparecería en el número de agosto de Worlds of If Science Fiction. Recogido, como la historia siguiente, en el volumen IV de cinco de los Cuentos Completos publicados por primera vez en 1987.

El patrón de Yancy sigue una investigación sobre una colonia fuera de la Tierra donde ha surgido una sociedad totalitaria aparentemente benigna. El epónimo Yancy es una figura pública popular que en realidad es una persona virtual, creada por equipos de “hombres de Yancy”. Todos los aspectos de la vida cotidiana son comentados por Yancy a través de anuncios y programas de difusión, desde cereales de desayuno hasta música y política. La población de la sociedad está siendo esencialmente despolítizada y homogeneizada por los mensajes de Yancy. Todas las opiniones de Yancy son las menos controvertidas posibles; la forma en que se escribe su discurso parece ser profunda, sin embargo, el contenido es tal que se está diciendo muy poco.

En las notas del autor para este cuento, se menciona que el personaje de Yancy se basó aproximadamente en el presidente de los Estados Unidos Dwight D. Eisenhower.

The Unreconstructed M (La M imposible) publicada por primera vez en la edición de enero de 1957 de The Original Science Fiction Stories, está recogida en el mismo volumen que la historia anterior. La historia es de dominio público. En ella, un investigador independiente descubre un complot para falsificar la evidencia en un mundo donde la tecnología utilizada para resolver crímenes ha avanzado mucho.

Vamos a cerrar este reportaje con la biografía del artífice de esta obra. Tendremos más de una ocasión de cruzarnos con él en estas páginas. Existen multitud de biografías disponibles en internet. También hay libros biográficos sobre Dick. Os remito al enlace de la Wikipedia:

https://es.wikipedia.org/wiki/Philip_K._Dick


PHILIP K. DICK