Weird Tales [v8 #2, agosto 1926] (25¢, 144pp+, pulp, cubierta de C. Barker Petrie, Jr.
167 · The Whistling Monsters · B. Wallis · nv
183 · The Tsantsa of Professor Von Rothapfel · Alanson Skinner · ss
191 · The Terrible
Old Man · H. P. Lovecraft · ss The Tryout Jul 1921
204 · The Devil’s Pay
· August W. Derleth · ss
207 · The Monster-God of Mamurth · Edmond Hamilton · ss
217 · The Horla · Guy
de Maupassant; translated by Jonathan Sturges · nv Modern Ghosts, ed. Anon.,
Harper’s 1890; translated from the French (“Le Horla”, Gil Blas, October 26,
1886).
232 · Starkey Strang
· Bertrande Harry Snell · pm
233 · The Mad Surgeon · Wright Field · ss
255 · The Other Vera · Willis Knapp Jones · ss
262 · Fettered [Part
2 of 4] · Greye La Spina · n.
280 · On Canton Road
· Samuel M. Sargent, Jr. · pm
Es muy interesante este número de
agosto de Weird Tales. Casi la quinta parte de su sumario está formado por
mujeres, cosa bastante inusual para la época. Tenemos al etnólogo, Alanson
Skinner, estudioso de la cultura india de su país, que colaboró por dos veces
con la revista y que no pudo aportar nada más porque en este mismo mes falleció
en un accidente automovilistico. Debutan
dos nuevas damas en este número: Emma-Lindsay Squier, que además fue actriz de cine,
pero con poco éxito y la inglesa Gladys Gordon Trenery (G.
G. Pendarves) (obra en
castellano) a la que no le fue tan mal entre los colaboradores del magazine.
Pero lo más relevante y a la vez trascendental en la historia de la ciencia
ficción, es el debut del genial Edmond Hamilton. A él le dedicaremos la última
parte de esta reseña.
Para los muy fans y aficionados a
esta revista, os remito a un link en el que vais a encontrar abundante material
sobre la misma. Por mi parte, voy a seguir comentando lo más notorio y
relevante, pero no voy a ser tan exhaustivo como con las revistas de ciencia
ficción, en las que me voy a volcar completamente. Aunque el blog está en inglés,
esto no representa ningún problema para el interesado.
https://tellersofweirdtales.blogspot.com/
Vamos a comenzar con el relato que está representado en la ilustración de la portada. “The Woman of the Wood” (La dama del bosque) de Abraham Merritt es una de las típicas historias de fantasía de este autor. Su protagonista, McKay, es un exaviador de la Primera Guerra Mundial que busca reposo y paz en un pequeño lugar de la campiña. Allí se siente atraído por el paraje, en particular por sus bosques y en especial por un grupo de árboles que se le representan como unas figuras expresivas, femeninas, escoltadas por algunos de sus hermanos. De forma intuitiva, McKay percibe un sentimiento opresivo y de conflicto. Se da cuenta de que cierta gente de ese territorio está en guerra con los árboles, una guerra centenaria y generacional que se libra sin cuartel por ambos bandos. A cada día que pasa McKay se vuelve más sensible, y una noche se le aparecen las dríadas, los espíritus femeninos que habitan los árboles, que le piden su mediación con la familia que odia al bosque. McKay lo intenta, pero sin éxito, y el conflicto final llega a su clímax.
Lovecraft va a contribuir en este
número con el relato “The Terrible Old Man” (El viejo terrible). En este cuento
tres ladrones de diferentes nacionalidades, ajenos a Nueva Inglaterra,
pretenden robar la casa del viejo terrible, donde suponen que esconde un
inmenso tesoro proveniente de un galeón español. La noche del 11 de abril los
ladrones Angelo Ricci y Manuel Silva ingresan en la casa del viejo, mientras
Joe Czanek los espera cerca con un carro. Cuando comienzan a demorarse y se
escuchan gritos, Czanek supone que, ante la resistencia del viejo, sus
compañeros lo están sometiendo a maltratos y violencia. Poco después Czanek ve
a alguien saliendo de la casa y cree que son sus compañeros. Sin embargo,
resulta ser el viejo terrible con sus ojos amarillos. Los gritos eran de Ricci
y Silva, no del viejo. A la mañana siguiente los pobladores del lugar
encuentran tres cuerpos mutilados e irreconocibles que la marea había
arrastrado y un carro vacío. El viejo terrible no muestra interés y la gente
del poblado supone que esa indiferencia se debe a las tremendas situaciones que
el viejo ha experimentado a lo largo de su vida.
Este relato evidencia las ideas
xenofóbas y racistas de Lovecraft y su actitud discriminatoria hacia los
extranjeros y otras personas ajenas de sus círculos. Con lo que les ocurre a
los tres ladrones, se ve una especie de retribución hacia este grupo de
personas. Este cuento, que es particularmente corto comparado con otros de
Lovecraft, se conecta a su historia de “La extraña casa en la niebla” (1926)
por medio del personaje del viejo terrible y su residencia en el poblado de
Kingsport, Massachusetts, ubicación ficticia de ambos relatos.
Para cerrar esta entrada vamos a comentar un poco la vida y obra de Edmond Hamilton según la Wikipedia. Hamilton fue uno de los pilares fundamentales de la ciencia ficción.
Edmond Moore Hamilton
(1904 –1977) fue un escritor estadounidense de ciencia ficción, quién se hizo
famoso a mediados del siglo veinte. Sin embargo, fue un escritor polifacético
porque abarcó diferentes géneros literarios como el horror, el realismo y la
fantasía. Varios estudiosos de la historia de la ciencia ficción le otorgan la
mención de ser el creador del subgénero llamado space opera, título que
comparte con el escritor E. E. Smith.
La carrera de Hamilton en el
género de la ciencia ficción se inicia con la publicación del cuento que
aparece en esta reseña, El dios monstruo de Mamurth.
Rápidamente, Hamilton se
convirtió en uno de los principales escritores del grupo de Weird Tales,
codeándose con grandes exponentes literarios como H.P. Lovecraft y Robert
Howard. Weird Tales publicó un total de 79 escritos de Hamilton durante el
periodo comprendido de 1926 a 1948, convirtiéndolo en uno de los autores más
prolíficos de esta publicación. Durante años entabló una larga amistad con los
miembros de la asociación de escritores de la revista, convirtiéndolo en una de
las personalidades más conocidas en el mundo de la ciencia ficción de la década
de los 40. Además, con el paso de los años conoció al escritor Jack Williamson,
quién muy gratamente lo recordaría en su autobiografía titulada Wonder’s Child.
Williamson también recordaría a Hamilton y a otros grandes autores de la época
(cómo Robert Silverberg, Robert A. Heinlein) en los momentos en los cuales
aumentaba el prestigio del género y sus autores entre los seguidores.
Durante la década de los años 30,
Weird Tales imprimió varias de las historias más llamativas de Hamilton, se
cree que la más notable de dichas publicaciones fue “El que tenía alas”,
publicada en julio de 1938, esta fue una de las franquicias más populares de
Weird Tales.
Además de esto, Hamilton fue uno
de los primeros autores en ganar un premio de literatura fantástica. Esto fue
en el año 1933, acreditándose con el premio Julio Verne por su historia “La
isla de la sinrazón”, sin embargo, debido a la falta de archivo documental
existente, es muy difícil encontrar una fuente fidedigna que de respaldo a esta
aseveración.
La Gran Depresión influenció en gran medida la carrera de Hamilton, por lo cual durante esos años las temáticas que trataba en sus escritos se fueron enfocando cada vez más a historias de detectives y asesinos, más cercanas a lo que luego sería llamado novela negra. En este tiempo varias revistas pulp se dedicaron a publicar sus escritos en grandes cantidades, una de las más conocidas fue la revista Popular Detective, la cual publicó en una sola de sus ediciones tres historias de Hamilton, una de estas con su propio nombre y las otras dos bajo pseudónimos distintos.
En el año 1940, Hamilton fue uno
de los principales precursores de Capitán Futuro, uno de sus más recordados
trabajos a través de la historia. Esta franquicia, creada entre el editor Mort
Weisinger y Edmond Hamilton fue muy popular en la década de los cuarenta,
siendo este último el autor principal de las aventuras de Capitán Futuro. Fue
tan popular que la publicación de sus aventuras se extendió hasta 1951, sin
embargo, con el auge de la Nueva Ola y una perspectiva cambiante en las nuevas
temáticas de Ciencia Ficción, la franquicia fue decayendo progresivamente
perdiendo cada vez más el interés de sus lectores. Sin embargo, la serie fue
readaptada para la televisión en un ánime que salió al aire en el año 1978 y
llego hasta 1979, recibiendo grandes alabanzas por el público a nivel mundial,
siendo doblada a diferentes idiomas. El auge de su popularidad se dio en países
como Francia, Arabia y Alemania.
Las historias de Hamilton siempre
se caracterizaron por presentar grandes escenarios espaciales en medio de las
aventuras de esos héroes surcando el espacio, descubriendo nuevos mundos
cargados de misterio, horror y fantasía. Varias de sus novelas guardan el
llamado sentido de la maravilla, asegurando que sus historias fueran
fundamentales para poner a soñar a los jóvenes de aquellos años.
Además de su gran carrera en el
mundo literario, Hamilton también fue uno de los principales escritores de las
historias de DC Comics durante más de 20 años. En el año 1946, Hamilton comenzó
a escribir varias de las aventuras de Superman y Batman. Una de las historias
más memorables fue el cómic titulado “Superman Under the red sun”. Además de
esto, fue uno de los precursores en las historias de la Liga de Super Héroes de
D.C., siendo el primero de los escritores regulares de esta serie. Por otra
parte, fue Hamilton quién aportó varios de los conceptos que aún se ven hoy en
el universo de cómics de D.C.
Uno de los puntos más elevados en
su producción literaria se dio después de que se casara con la también
escritora de ciencia ficción Leigh Brackett. La crítica es unánime en afirmar
que después de su matrimonio produjo varios de sus mejores trabajos literarios,
entre los cuales se encuentran títulos como La estrella de la vida (1947), El
valle de la creación (1948), La ciudad en el fin del mundo (1951) y El embrujo
de las estrellas (1960). Fue el momento más maduro en su escritura, apartando
aquellos elementos románticos de su primera escritura para enfocarse en temas
más introspectivos y en historias más realistas.
Edmond Hamilton murió en febrero
de 1977 en Lancaster, California, después de sufrir varias complicaciones
después de una operación de riñón. Un año después de su muerte, la compañía de
animación japonesa TOEI Animación, creó la primera serie animada de Captain
Futuro; esto permitió que su trabajo se conociera en diferentes latitudes
alrededor del mundo, especialmente en Europa y América Latina.
Varias de sus obras han sido
adaptadas a la pantalla grande. Una de sus más representativas obras, Captain
Futuro (además de haber sido llevada a la televisión), fue adaptada para una
película de acción, por el director Cristian Alvart. Otra de sus mejores obras
fue adaptada al cine en una película de serie B en la edad de oro de la ciencia
ficción cinematográfica. Esta película dirigida por Roger Corman se tituló El
hombre con rayos X en los ojos (1963) y con los años se ha ganado el título de
película de culto.
Varias han sido las veces que el
trabajo de Hamilton ha sido recopilado en diferentes antologías a través de las
épocas, convirtiéndolo en uno de los autores más destacados de la ciencia
ficción estadounidense de principios del siglo XX. Incluso, Isaac Asimov
seleccionó tres de sus cuentos para aparecer en su antología titulada La edad
de oro de la ciencia ficción, "El hombre que evolucionó", "La
galaxia maldita" e "Involución".
La mayoría de la obra de Hamilton esta traducida al castellano. Me he permitido la licencia de poner los títulos de sus obras directamente en nuestro idioma.
Dicen los entendidos que el
relato El dios monstruo de Mamurth es sorprendente bueno para ser una obra de
un autor novel. Esta, probablemente entre los mejores cuentos de Edmond
Hamilton y relata la historia de un arqueólogo empeñado en la búsqueda de una
antigua ciudad perdida en el desierto del Sahara, cuyos habitantes, ahora
desaparecidos, adoraban a una gigantesca criatura, un dios pagano con forma de
araña.
Naturalmente, el arqueólogo y sus
acompañantes asumen esa búsqueda sin creer que el dios monstruo de Mamurth haya
existido realmente. Después de todo, e incluso si hubiese existido, seguramente
no podría seguir vivo después de siglos de letargo en las arenas del desierto.
No obstante, aquellas conjeturas son destrozadas cuando la criatura y sus
increíbles poderes se hacen presentes.
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