Una de mis grandes preocupaciones, y me vais a decir que soy un intrascendente con la que está cayendo, es: ¿Dónde voy a meter tanto libro como tengo? Desgraciadamente o afortunadamente, mi mujer también es lectora, aunque la ciencia ficción no es lo suyo, y también posee muchos libros. Si ya sé que la mayoría de lo que tengo está digitalizado, pero donde se ponga hincarle el diente a un buen libro de papel, que se quiten todos los e-books y otros artilugios y formatos digitales.
Pero vamos a lo nuestro, la
ciencia ficción. Desde los 18 años aproximadamente, cuando empecé a tener poder
adquisitivo, llevo comprando y leyendo ciencia ficción. No es lo único que leo,
mis intereses e inquietudes lectoras son bastante amplios, pero la ciencia
ficción es en realidad lo que verdaderamente me pone. Si os sirve como dato y
sin ser presuntuoso, tengo en mi poder una gran colección de libros de género.
Cuatro colecciónes a lo largo de media centuria lo atestiguan y de ellas os voy
a hablar en los próximos artículos, reseñas o entradas, como querais llamarlas,
en mi blog que es este que estáis leyendo ahora mismo.
Estas cuatro colecciones que
poseo completas y que para mí son fundamentales son: 1) Martínez Roca Superficción llamada
cariñosamente “La Negra”, al menos yo así la llamo y que es la que más
entrañables recuerdos me trae. 2) Ultramar Grandes Éxitos Bolsillo. Ciencia
Ficción. Esta colección empecé a comprarla cuando ya llevaban publicados unos
30 números, posteriormente y en ulteriores ediciones logré completarla. 3)
Ediciones B. Nova Ciencia Ficción, desde el primer número y todas primeras
ediciones. En la actualidad no sigo comprándolos, aunque está en activo. 4) La
Factoría de Ideas. Solaris ficción. También poseo algunas otras colecciones
menores -menores no por su calidad sino por su extensión- también completas.
Si hubiera nacido cinco años
antes es posible que hubiese adquirido completa la revista Nueva Dimensión,
pero no pudo ser.
Pero voy a cambiar de registro y
voy a hablaros de mi proyecto para el blog.
Como ya sabeis los que lo seguis,
la verdadera columna vertebral del mismo es la historia de la ciencia ficción
pulp. En una entrada anterior os he confeccionado una guía para seguir esta
apasionante historia, pero vista la magnitud de la empresa y que la vida es muy
corta, he decidido alternar esta historia con nuevas reseñas para comentar los
libros de estas colecciónes que poseo y por eso he titulado a este apartado Mi
Ciencia Ficción. Trataré de seguir un orden cronologico, pero no va a ser una
condición “sine qua non”.
También voy a aprovechar estas
entradas para reseñar las biografías de los autores que se tratan y así
podremos conectarlo con la parte fundamental del blog.
Aprovecho este periodo vacacional
para hacer algunas reflexiones y comentarios de todo tipo. Ya os dije que en el
blog tenía cabida todo lo relacionado con la ciencia ficción. A partir de
septiembre reanudare el hilo original y argumental que venía utilizando hasta
ahora.
No os canso más y aprovecho esta
entrada para el comentario de una novela de la que guardo grandes recuerdos.
Sin ser una obra maestra, es una obra entretenida y no muy extensa, como se
hacían antes.
Cubierta de David Pelham.
Traducción de Horacio González Trejo.
Texto de la contraportada
Un día de verano como otro
cualquiera, se abre una puerta en el vacío y empiezan a salir cientos, miles,
millones de personas procedentes de ninguna parte. Dicen que vienen del futuro.
Son los hijos de nuestros hijos. Un peligro incontrolable acecha en el futuro,
y se hace preciso cortar el puente que los ha traído a través del tiempo. Pero,
como suele ocurrir en estos casos, alguien se deja, una puerta abierta…
Clifford D. Simak, viejo maestro
y Premio Hugo 1964, reconquista con esta novela un merecido lugar entre los más
importantes autores de la ciencia ficción actual.
Prólogo que
aparece en la edición digital, pero que no aparece en la primera edición del
libro de 1976. El texto es de Jorge Romo del 21-12-2005 y aparece en la web “El
Sitio de Ciencia Ficción.
Los primeros párrafos son los
mismos que los de la contraportada.
Y es precisamente como se dice en
la Sinopsis, que una puerta en el vacío se abre ante un hombre en su jardín.
Luego se abrirán más puertas, y unos dos millones de personas, procedentes del
siglo XXV, regresan al siglo XX. Se pide al ejército que, si algo anormal
sucede en las puertas, éstas deben ser destruidas al instante, sin importar las
personas que crucen o estén por cruzar. Pronto, se sabe que esta gente huye de
un peligro que amenaza a toda la humanidad del futuro: una raza de seres
parecidos a dragones, prácticamente indestructibles y que son altamente
hostiles, llega a la Tierra para destruirlo todo. Los humanos no tienen más
remedio que asentarse en el siglo XX mediante un fenómeno espacio-temporal, muy
extraño, que permite a los humanos viajar únicamente al pasado. Se nos presenta
así una sociedad con valores e ideas distintas. La religión ha desaparecido por
completo, así como la creencia en un Dios (algo que dudo muchísimo que llegue a
ocurrir y que a Simak le llamó la atención). Y de pronto sucede: uno, dos, tres
de estos “dragones” logran pasar a la época actual y hacer de las suyas.
Mientras, los humanos tienen un plan para no intervenir con la época
contemporánea: dividirse en grupos y repartirse a lo largo del pasado, con una
diferencia de un millón de años, de tal modo que éstos no se encuentren y que
en pocos miles de años lleguen a una era espacial y abandonen la Tierra. Cuando
el plan está listo, los dragones hacen algo inesperado: después de haber
viajado en el tiempo, aprenden a hacer lo mismo sin necesidad de aparatos ni de
tecnología alguna. Según los personajes, las bestias invasoras viajan a la
época de los dinosaurios en una sencilla explicación para entender la extinción
de estos. Es una novela sencilla, floja por momentos, pero interesante para
pasar un buen rato en compañía de algunas de las ideas de este gran escritor.
No es lo mejor de Simak, pero vale la pena echarle un ojo.
CLIFFORD D. SIMAK
Clifford Donald Simak (Millville,
Wisconsin; 3 de agosto de 1904-Minneapolis, Minnesota; 25 de abril de 1988) fue
un periodista y escritor de ciencia ficción estadounidense. En su dilatada
carrera de más de 50 años, Simak ganó tres premios Hugo. Fue el tercer autor en
recibir el premio Gran Maestro en reconocimiento al conjunto de su obra.
Hijo de John Lewis y Margaret
(Wiseman) Simak. Asistió a la Universidad de Wisconsin–Madison, y tras
graduarse trabajó como profesor en varios colegios públicos hasta 1929. Se casó
con Agnes Kuchenberg el 13 de abril de 1929, y tuvieron dos hijos. Se trasladó
a Mineápolis (Minnesota), donde ejerció el periodismo en varios periódicos del
Medio Oeste. En 1939 comenzó a escribir para el Minneapolis Star and Tribune, asociación
que duró hasta su jubilación en 1976. También ejerció de redactor jefe del
Minneapolis Star en 1949 y fue nombrado coordinador de la sección Science
Reading Series del Minneapolis Tribune en 1961.
Falleció a la edad de 83 años. En
una nota en su novela Time and Again, Simak se describe como aficionado a la
pesca, al ajedrez, a la filatelia y al cultivo de rosas.
Publicó su primer relato El mundo
del sol rojo en 1931, en plena época pulp. Durante el periodo de la Edad de Oro
de la ciencia ficción, Simak fue un colaborador habitual en la revista
Astounding Science Fiction del editor John W. Campbell. También publicó algunos
relatos en la revista Galaxy Science Fiction.
A él se deben dos de las obras
más significativas del género: Ciudad (1952), con la cual obtuvo el
International Fantasy Award y Estación de tránsito (1963), con la que obtuvo
el premio Hugo a la mejor novela en 1964. A partir de mediados de los años
1960, influido por la nueva ola, su obra sufre un notable cambio.
En 1976 recibió el prestigioso
galardón Gran Maestro de la SFWA, premio en reconocimiento a la labor de toda
una vida dedicada a la ciencia ficción.
Escribió ciencia ficción
sociológica —colaboró por ejemplo durante el primer ciclo de Venture Science
Fiction—, pero también planteó en sus obras los problemas del tiempo, de la
técnica y del futuro.
En algunas de sus obras, Simak
resucita dragones, fantasmas, silfos, gnomos y hadas en universos donde luchan
terrestres y extraterrestres. WIKIPEDIA
Una página (en inglés)
completísima sobre este autor en: http://simak-bibliography.com/index.html
En esta web se recogen algunas
ediciones más de las reseñadas a continuación.
LOS HIJOS DE
NUESTROS HIJOS. TRAYECTORIA BIBLIOGRAFICA.
Excepto un breve período entre
1954 y 1955 en que su aparición fue mensual y otro entre 1965 y 1968, la
totalidad de la vida del magazine fue de cadencia bimestral.
Los directores que llevaron la
publicación fueron en orden cronológico:
Paul W. Fairman (1952), James L. Quinn (1952-1958), Damon
Knight (1958-1959), Horace L. Gold (1959-1961), Frederik Pohl
(1962-1969), Ejler Jakobsson (1969-1974) y Jim Baen (1974). El
número de 1986 fue dirigido por Clifford R. Hong.
El catálogo global de la
publicación arroja un total de 22 volúmenes con un contenido de 175 números. No
se cuenta el número de 1986 que aparecería datado como el Nº 1 del volumen 23 y
con el número 176.
Esto en cuanto los datos
técnicos, en cuanto a sus colaboradores y no voy a nombrar ninguno, son casi todos
los grandes autores de la época.
If o Worlds of If
es una de las tres grandes revistas de esta época. Junto a Galaxy y The
Magazine of Fantasy of Fantasy and Science Fiction forman lo que denominó “El
Tercer Triunvirato” (1956-1960)
A partir de aquí vamos a seguir
la vida literaria y gráfica de esta entretenida obra de uno de los Grandes
Maestros (1976) de la ciencia ficción.
Existen más ediciones de esta
obra en todo el mundo. En la página que os he referenciado anteriormente podéis
verlas. Yo me he limitado a las europeas y americanas.
COMENTARIO
PERSONAL
No quiero acabar aquí. Parece
mentira que se hayan hecho dos series de ciencia ficción con este mismo
argumento y nadie se haya acordado o no se haya querido acordar del buenazo de
Simak. Me parece una tremenda injusticia. Por lo que leo en Filmaffinity los
argumentos de estas dos series mencionadas son calcados a la obra del gran
autor de Ciudad. Y si no ved el planteamiento argumental: Grupo de personas que
vienen del futuro a nuestro presente y huyendo de un gran peligro es su
presente. ¿No es lo mismo? Pregunto.
La primera es Refugiados que no
la he visto y la segunda es La travesía que tuve la osadía de perder mi tiempo
viéndola.
https://www.filmaffinity.com/es/film850837.html
https://www.filmaffinity.com/es/film535469.html
No hay comentarios:
Publicar un comentario